lunes, 25 de noviembre de 2013

VIEJOS RECUERDOS


Para mi esta imagen, independientemente de su calidad, colores, luz y composición, tiene un fuerte significado.
Fue tomada hace seis años, a principios del mes de septiembre. 
Yo acababa de instalarme en Valencia, con dieciocho años recién cumplidos, sin conocer a nadie ni nada de lo que tenía a mi alrededor. 
Ese primer fin de semana lo dediqué a "investigar", a conocer la que sería mi ciudad durante mis próximos años de estudio, y en esos momentos fue tomada la instantánea.
La verdad es que ahora recuerdo el miedo que me supuso andar por calles desconocidas y lo hago con nostalgia. 

Se trata de un paisaje urbano que tiene una luz homogénea, sin ningún foco de luz localizado, en el que se observa una composición horizontal que define el perfil de los edificios, ocupando éstos unos dos tercios de la extensión.
Los colores son suaves y típicos del centro histórico de la ciudad: ocres, marrones, beige...

Personalmente siempre he preferido las imágenes de paisajes naturales, pero en este caso haré una excepción por el significado que tiene implícito esta fotografía.





domingo, 24 de noviembre de 2013

DOS CIUDADES, DOS VIDAS




   En la entrada de hoy voy a hablar de dos ciudades las cuales, aunque no lo parezca, no difieren mucho la una de la otra.

   La primera foto es de la “Ciudad que nunca duerme”, mi querida Nueva York, y está tomada desde el edificio Rockefeller Center en pleno día, aunque quizá un tanto nubloso.
En la parte central de la imagen se observa la isla de Manhattan abrazada por el río Hudson a la derecha y el río East a la izquierda.

  Si algo caracteriza la ciudad de Nueva York es la distribución ortogonal de sus calles. Las avenidas las forman  las calles verticales con nombres  numéricos que empiezan en la parte del río East y termina en la zona del Hudson, aunque algunas tienen nombre propio como Madison Avenue o  Park Avenue; y las calles en sí son el entramado horizontal, también con denominación numérica, y que empieza en la zona sur de la isla y termina en la parte norte. Una de las pocas calles que rompe esta perpendicularidad de la ciudad es Broadway Avenue y que cruza diagonalmente la ciudad a través de sus 33 km de longitud. Toda una gozada para los amantes del teatro y de los musicales.

   En la imagen se observa cómo los edificios presentan diferentes alturas, siendo el más alto, hasta el momento, el imponente Empire State Building (en el centro de la fotografía) con sus 443,2 metros.

  Una de las cosas que me encanta de  esta ciudad tan americana y cosmopolita  es que cada edificio es diferente al que tiene a su lado y parece que estén dejados caer sin ton ni son, sin guardar un estilo arquitectónico aparente, dejando al proyectista en su libre albedrío para trazar su edificio conforme le venga en gana, sorprendiendo al turista o ciudadano en cada paso que da.


  En la segunda fotografía, tomada desde la cúpula de Brunelleschi de Santa María dei Fiore se aprecia un atardecer en la artística ciudad de Florencia, cuna del Renacimiento y una de las urbes más importantes a lo largo de la Historia de la Humanidad.

  En la parte central encontramos  la cubierta del Duomo y su emblemático Campanello, y detrás de la fachada de la catedral se puede apreciar una diminuta parte del Baptisterio y la plaza. Y en la parte izquierda, se observa el portón que da lugar a la Piazza de la Repubblica.

  Con estas vistas tan impresionantes, uno se queda maravillado de lo hermosa que es esta ciudad. Sus calles, aunque no trazan una ortogonalidad  perfecta, están vestidas por edificios colocados en un escrupuloso orden y proporción, siguiendo unos parámetros y estilos arquitectónicos impuestos por las leyes urbanísticas del lugar o simplemente, por tradición histórica.

   Y ahora vosotros me preguntaréis, y ¿qué es en lo que une a estas dos ciudades? Pues bien, a pesar de que lo hemos mencionado anteriormente, ambas presentan un trazado rectilíneo de su planeamiento urbanístico. En las dos, podemos encontrar que hay un edificio el cual no puede ser sobrepasado por ningún otro más y es en el caso de la ciudad itálica la Cúpula del Duomo y en Nueva York , el Empire State, aunque al Empire poco le queda puesto que dentro de poco tiempo será superado por Las Torres del World State Center que están en plena construcción. Otra cosa la cual les asemeja es la disposición de las ventanas: las dos ciudades abren sus edificios al mundo a través de múltiples ventanales, siendo la ciudad americana la que se lleva la palma al disponer de ventanas de grandes dimensiones dando lugar a una tipología de fachadas.

  Tanto Nueva York como  Florencia reflejan el estilo de vida de las personas que habitan en ellas. Florencia y su cultura mediterránea, su estilo de vida más tranquilo y pausado de compartir con amigos y vecinos los grandes placeres de la vida (el cual podríamos identificar en la línea monótona que dibujan sus edificios). Y Nueva York, con su estrés y ritmo frenético e impredecible y el cual reúne diferentes culturas que  formando una ciudad única, lo cual  se podría apreciar en lo variopinto  y singulares que son sus edificios.

  Al igual que cada rincón de la Tierra es único, estas ciudades no podrían ser menos y os invito a que las exploréis  por vosotros mismos, que os perdáis en ellas y que os enamoréis de cada rincón, puesto que no hay nada más bonito que el descubrir algo nuevo.

LAS FORMAS DEL LENGUAJE


Desde hace unos meses lo vengo observando. Tanto jóvenes como mayores nos expresamos de formas infinitamente distintas dependiendo de la zona a la que pertenezamos, al grupo de amigos con el que solamos estar, de la familia con la que nos hayamos criado.

Todo nuestro alrededor nos influyen a veces de forma positiva y otras de una manera un tanto perjudicial, todo depende de la actitud con la que nos tomemos el asunto.

Existen ciertas palabras que hemos mamado desde bien pequeñitos y que, quizá por la añoranza que me produce pronunciarlas, nunca veré como un insulto a nuestra lengua. Palabras típicas de casa, que sólo pronuncia el abuelo y con la que todo el mundo ríe, pero que forma parte de una vida.
"Un día de estos me va a dar una malencia (enfermedad,dolor) con tanto follón que armáis", dice cada vez que nos unimos; y yo sonrío al pensar que estas cosas son las que hacen característica a la persona.

De otra forma menos sentimental influyen los distintos métodos de comunicación que usamos hoy en día. Por supuesto a la vanguardia se encuentra el whatsapp, por el que cada vez acortamos más las conversaciones reduciendo palabras a sus consonantes y terminando cualquier charla con un simple "ok".
No existe cosa más fría en este mundo.
Además, seguimos utilizando aquellas abreviaturas que aparecieron con el sms, como "xq", "tq", etc...
Menos mal que apareció un bendito corrector ortográfico.
Aunque pensándolo bien eso tampoco alivia el dolor que se siente cuando una persona, infestada por el virus de "meimportaunpepinomientrasmeentiendas", confunde sin control "ahí", "hay" y "ay", que realmente bien escritas están.
Lo peor no es la equivocación, porque por desgracia aún existen personas que no han tenido la aportunidad de aprender, es la absoluta falta de reparo en cometer una falta y comentar: "pero me has entendido no?".



Este comportamiento de pasividad frente a un error ortográfico es cada vez más común. A la gente no le importa si escribe "haber" cuando corresponde o simplemente coloca "a ver" (con suerte escrito correctamente), mientras entiendas lo que está intentando decirte.

Me parece que es algo que no debería ignorarse, y en lo que los profesores deberían implicarse de algún modo. No creo que sea correcto que un futuro profesional con un cierto nivel de preparación cometa barbaridades como esas; aunque también es cierto que peores cosas se ven hoy en día con políticos que nos sacan los colores dando un ejemplo nefasto de lo que esto puede llegar a ser.

Sé que muchas veces cometeré errores, probablemente iguales o peores a los que he descrito, pero al menos habré de preocuparme en solucionarlos.
Así me educaron en mi casa y por ello a mis padres les estaré eternamente agradecida.

"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano"

Para terminar me gustaría dejar en enlace de un anuncio que se realizó para los 300 años de la Real Academia de la Lengua Española, que creo que viene como anillo al dedo:

lunes, 18 de noviembre de 2013

ATARDECER EN EL CABO SUNIÓN


Descripción:

La fotografía está tomada en Grecia concretamente en el Cabo Sunión, donde se encuentra el templo dedicado a Poseidón el dios del mar.

Análisis formal:

Lo más característico de la fotografía es la hora del día que está tomada, en el atardecer, y esto no es una casualidad, sino que el guía que nos trajo allí, lo hizo a propósito.

Se observa que la foto está tomada desde un repecho anterior antes de llegar al borde del acantilado donde se encuentra el templo. Se realiza a esta distancia considerable del templo con el propósito de poder apreciar el acantilado en la parte izquierda que empieza a descender rápidamente, hasta llegar a ponerse completamente vertical, con unos 60 metros de diferencia de cota entre el templo y el mar.

A la izquierda de la imagen se observa el mar con mucha calma, y el cielo un poco nublado, predominando el color blanco en la parte superior, azul claro en la parte central, y rojizo en la parte baja debido al atardecer.

El templo se observa al fondo con tono casi negro, ya que el Sol que se esconde por la derecha de la imagen, y se puede observar su último reflejo por lo alto de esta colina, como si se tratase del principio o final de un eclipse solar.  Alrededor del templo se observan siluetas de personas, y la vegetación que se puede observar compuesta por pitas, y pequeños arbustos típicos de los montes del Mediterráneo.

En la parte central de la foto se observa el vallado de seguridad que había siguiendo el camino hasta llegar al templo, para evitar posibles caídas en el acantilado.

Análisis del contenido:

La fotografía fue tomada en un viaje con el instituto a Grecia. Ya que la relación que hice de la publicidad con la obra de arte puse como ejemplo del Cabo de Sunión, he pensado que sería interesante comentar esta foto del templo de Poseidón.

Es aquí donde se puede observar claramente la relación de Poseidón con el mar, y la funcionalidad que tenía la construcción de este templo en la parte más al Sur de Grecia en un acantilado de 60 metros de altura ya que se usaba como punto de control de las rutas marinas próximas a Atenas, situado solo a 65km de la ciudad, y cuya vista realmente espectacular parece reclamar la llamada del dios, que interfiere en ese paisaje maravilloso de mar abierto.

Lo más emocionante es poder estar allí contemplando ese atardecer al lado del mar y de un templo datado del siglo VIII a.C., con el que te sientes que no eres nada al lado de esa obra de arte tan fantástica.

Por eso en lo alto del Cabo Sunión, sobre el mar, la mirada errante entre las columnas del templo de Poseidón y los pasos sobre sus ruinas, nos alcanza un estado de sublimación en el que comprendemos la grandeza del arte: su magia, su misterio y su belleza.