EL REAL CASINO DE MURCIA

El Real Casino de Murcia es uno de los edificios mas emblemáticos de la ciudad. Se sitúa en una de las vías principales y mas transitadas del casco histórico de la Murcia, la calle Traperia.

Reseña Histórica                                                                                           

Planta Casino Real
Azul: Anexo Siglo XX
Rojo: Siglo XIX

El Real Casino de Murcia nace como tal institución en 1847 con unas obras que se prolongan hasta principios del Siglo XX. En un principio el edificio tenía su acceso principal en la Calle Arquitecto Pedro Cerdán. La intención de la institución era conseguir un edificio que diera a la calle Traperia, principal arteria de la ciudad en el Siglo XIX. Esta enmienda no la consiguen hasta finales de siglo, gracias a la anexión de un nuevo módulo que conectaría ambas partes. Esta anexión cambiaría completamente la naturaleza del edificio y contribuiría a alzar su imagen y posición dentro de la ciudad.

Enlaces de interes:

http://www.patrimur.com/archivos/memopatri6/pdfs/casinodemurcia.pdf

http://www.casinomurcia.com/index.php/elcasino/historia

Descripción de la visita                                                                              

Voy a intentar retransmitir la visita al casino de Murcia de la manera mas fiel y natural que pueda. Intentado que las palabras no vistan los sentimientos que afloraron desde que cruce la puerta del gran casino de murcia hasta que esa misma entrada fuera testigo de mi salida.

           Entrada (peceras) y patio Árabe
           Galería
           Congresillo
           Salón de baile
           Patio Pompeyano
           Entrada antigua
           Biblioteca
           Salón de damas
           Salón de armas
           Salón del Té
           Patio Azul
           Salón de Billar







1.- Entrada principal - patio Árabe                                                           

Cuando inicias el paseo por la calle Traperia dejando la catedral a tus espaldas y vislumbras a lo lejos la gran plaza de Santo Domingo o viceversa, nada se sale de lo normal, simplemente marcas tu objetivo en un encuentro final con uno de estos dos. Pero a medio camino algo te hace estremecerte y hace detener tu enmienda, conforme te vas acercando mas te asombra la belleza de sus detalles. Una imponente entrada se abre camino, rompiendo la armonía que van creando las fachadas. A ambos lados, dos enormes cristaleras te enseñan tímidamente su interior con el único objetivo de hacerte esclavo de la impotente necesidad de entrar y descubrir que se esconde mas allá.

Tras unos minutos de reflexión, te decides a entrar con la certeza de que no te defraudará. La entrada tiene un corredor que te permite examinar las peceras cautivadoras que te estuvieron llamando a gritos desde la calle.

Al pasar el corredor te descoloca insultantemente una antesala a modo de patio Árabe. Es tal la belleza y complejidad de su decoración que te hace estar un tiempo dando vueltas en el centro de la sala para intentar captar cada detalle, hasta que tu estudio culmina con la cúpula acristalada que corona dicho patio. Este elemento es una de las piezas mas importantes del casino, construido en el año 1902 junto con la ampliación del edificio.

2.- Galerías                                                                                                    
Una vez dejas atrás el patio Árabe accedes a la galería. Patio en el "L" a modo de galería que comunica todas las estancias del edificio y que junto a los otros dos patios dan al interior del edificio una amplia iluminación natural. Todas las estancias del edificio se encuentra elevadas a una altura aproximadamente de medio metro mientras que la galería mantiene la cota cero.

3.- Biblioteca                                                                                                
Después de unos minutos de disfrute dentro de la gran galería, accedemos a la primera estancia situada a la izquierda del corredor. Para acceder subimos una pequeña escalinata que se sitúa en la entrada y nos introducimos de lleno en un universo completamente diferente a todo lo visto anteriormente. Podríamos decir perfectamente que nos adentramos en otro edificio.
Acabamos de pasar a la biblioteca del real casino. En ella paseamos la mirada por toda la estancia, oscurecida por el color de las maderas que empañan todo el ambiente. La estancia se divide en dos zonas. La primera de ellas se sitúa en planta y es donde se lleva a cabo el estudio y la lectura. Una zona distribuida con bellos muebles de la época y donde no puedes evitar imaginarte siglos atrás empapándote de la lectura de uno de los ejemplares que vemos en la segunda zona de la estancia. Esta segunda zona se sitúa en la parte superior, a la cual se accede por una escalinata en forma de caracol en una de las esquinas de la sala. Parece una esplendida alegoría en la que el conocimiento se sitúa en la parte superior, una zona ancestral a la cual se nos permite el acceso para robar pequeños fragmentos de sabiduría y bajarlos a lo terrenal, donde examinarlos y darles uso.

4.- Congresillo                                                                                             

La modelo de Obdulio Miralles

Siguiendo nuestra visita, el guía nos hace atravesar la galería y entrar por la puerta enfrentada a la biblioteca. En ella se sitúa el "congresillo", estancia dedicada a las reuniones de peñas, entre ellas la del congresillo, la cual le da nombre a la sala. Al entrar en ella te envuelve una aura de seriedad y sosiego, con un elegante decorado en paredes de madera y seda.  En la sala es puramente masculina, cosa que se resalta con los cuadros que adornan sus paredes. Entre todas estas obras de Manuel Arroyo, Manuel Piccolo y Obdulio Miralles, destaca uno de este ultimo. Este cuadro representa una de sus modelos que se quito la vida a la temprana edad de 27 años por no ser correspondida por el propio Miralles. El autor la retrata con una tono de piel sombrío con el que el autor coquetea un poco con la realidad de la historia. La imagen es absolutamente sorprendente

5.- Salón de Baile                                                                                         
Desde el congresillo vemos un gran hueco en la pared flanqueado por dos grandes cortinas. Al asomarnos a el se nos hiela la sangre y nos da un vuelco el corazón por un sentimiento de profunda admiración. Entramos al gran salón de baile, sin duda la sala mas importante de todo el casino y así lo atestiguan sus decorados. Se ve claramente la intención de dicho decorado, una muestra de poder y extravagancia a la vez que orgullo y fascinación por las raíces murcianas del casino. Lo mas destacable de la sala y que cautiva tu atención nada mas entrar son unas grandes lamparas que presiden e iluminan la sala (primeras lamparas eléctricas que se instalaron en la región).

En el techo podemos ver eso orgullo regional del que ya hemos hablado, con la representacion de 4 personajes ilustres de la Región:

     - Francisco Salzillo (Escultor)

     - Pedro Villacis (Pintor)

     - Jose Moñino, Conde de Floridablanca (Politico)

     - Julian Romea (Actor)

6.- Salón de damas                                                                                       
Cuando abandonamos el Salón de baile pasando por la antesala pompeyana salimos de nuevo a la galería, arteria principal del museo, para de nuevo adentrarnos en una nueva sala. En cuanto entramos nos envuelve la elegancia y delicadeza de los espejos que recubren toda la sala. Cuando te colocas en el centro de la estancia te das cuenta que en este momento la razón de ser eres tu, el propio ser. Es una sala creada para la mujer,en la que la amplia gama de espejos te hace pensar que es una sala creada para embriagar a las damas con su propia imagen.

Al alzar la mirada se descubre otra maravilla de la estancia, un lienzo que cubre todo el techo nos muestra una alegoría de la noche. En la obra aparece representada la diosa Selene precipitándose al vacío cubierta en llamas y cuyos ojos no se despegan de ti en toda la visita gracias a un conseguido efecto óptico.

7.- Salón de armas                                                                                       
De nuevo salimos a la galería principal y giramos a la izquierda, por el ramal, para adentrarnos en el Salón de armas. En esta estancia, la simplicidad de los decorados hace que toda mi atención se vaya directamente a las obras de arte que en el se exponen. La única pieza decorativa que se aprecia, es una cenefa, que a modo de cinturón rodea toda la sala en su parte superior. En ella se ven imágenes mitológicas de la vida de hércules, algo lógico al tratarse de una estancia dedicada a las armas y al entrenamiento del hombre.

Como ya he dicho antes, mi atención estaba completamente poseída por las obras de arte, con especial dedicación en unos maravillosos cuadros alegóricos sobre las estaciones de Obdulio Miralles, que según contó el guía, fueron realizados para decorar el patio pompeyano, pero por motivos de rehabilitación acabaron en el salón de armas. Aquí podríamos abrir un debate sobre si seria correcto o no arrancar la obra de arte de sus entrañas para colocarla a nuestro antojo y descontextualizar su razón de ser, pero sería motivo de otra entrada, así que continuare mi visita por el Real Casino.

8.- Salón del Té                                                                                            
Continuando nuestra visita salimos de nuevo a la galería y nos dirigimos al salón del Té. Esta parte del museo solo podemos contemplarla desde la puerta debido a que actualmente se utiliza como salón para el gran casino. Aun así os comento una de las fotos que hice desde la puerta. Se trata de un salón llamativo por su lujosidad. Posee decorados muy compositivos en los que destaca por encima de todos un esplendido techo de escayola con exquisitos relieves.

9.- Patio Pompeyano                                                                                   
Saliendo del Salón del Té, nos dirigimos rectos hacia la entrada antigua cuando de pronto una sensación helada nos nubla la vista, entramos en el patio pompeyano. Un contraste entre los tonos marrones de la galería y el blanco de los decorados neoclásicos del patio pompeyano nos embriaga, dejándonos aturdidos y totalmente expuestos al frió mármol blanco. Dentro de la sala varias figuras escultóricas nos observan con delicadas posturas. La mas importante, y por ello situada en el centro de la sala, es la "Venus" de José Planes, premio Nacional de escultura en 1920. También mencionar la "Mujer" de Antonio Campillo, que se encuentra en segundo plano pero no por ello menos importante.

"Mujer" Antonio Campillo

"Venus" José Planes

10.- Patio Azul                                                                                              
A través del patio pompeyano accedemos al patio Azul. Este parte del edificio ha sido la que mas variaciones a experimentado con la ultima reforma. Esta zona siempre ha estado abierta al exterior por su parte superior, hasta que en la reforma de 2006 se cerrara con una gran cúpula de cristal. Es curioso por que da la sensación de que estas en el exterior cuando accedes a el, pero cuando alzas la vista se te rompen los esquemas. Se trata de un patio muy luminoso, cuya cubierta ha respetado su condición de patio. Desde esta zona se abastece de luz el Salón del Té, que hemos visto anteriormente y la sala de billar que veremos ahora.

11.- Salón de Billar                                                                                       
Esta estancia, al igual que el salón del té, tiene restringido el acceso debido a que aun conserva uso. En ella se siguen celebrando anualmente torneos de billar de alto nivel. Lo mas llamativo de la sala son los decorados de madera oscura y las lamparas orientales que depositan su luz sobre las mesas de billar. El contraste entre la oscuridad de las maderas y la claridad de las lamparas hace volcar todas nuestra atención en las mesas de billar.

FIN                                                                                                                    

Una vez visitado el patio azul y observado a hurtadillas la sala de billar a través de las vidrieras que dan al patio azul, damos por finalizada la visita y con una sensación embriagadora recorremos el corredor de la galería. Al llegar al patio árabe ralentizamos nuestro paso, nos giramos y dándole un ultimo bocado con la mirada a la cúpula de cristal, nos despedimos de el Real Casino de Murcia.